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Mostrando entradas de mayo, 2014

La coherencia, uno de los pilares de la reputación de marca

¿Dices lo que eres y eres lo que dices? Esta es la gran pregunta que deberíamos hacernos cuando cuestionamos la coherencia de nuestra marca. Si la respuesta es afirmativa estamos haciendo bien nuestro trabajo, pero si es negativa, ha llegado el momento de revisar algunas cuestiones importantes que pueden estar afectando a nuestra reputación. Y es que desarrollar una marca coherente y consistente debería ser el objetivo principal de cualquier campaña de branding. Entendemos como coherencia la capacidad de la marca para expresar su identidad y valores de forma unidireccional, para obtener una identidad percibida como única. No obstante, cuando hablamos de coherencia, a menudo olvidamos que se trata de un concepto transversal. Y es que no solo hay que ser coherente a la hora de realizar el diseño de un logo y/o eslogan. La coherencia de marca va mucho más allá. Se trata de tener claro qué somos para proyectarlo y ser consecuentes con nuestras acciones. El ser, el decir y el hacer tienen q

La pizzería de Gennaro y Ana: el triunfo de la reputación offline

A veces, las pequeñas tiendas de barrio nos dan lecciones de reputación de marca. Inmensas. Es el caso de una pequeña pizzería que conozco. Está regentada por una pareja joven de italianos que, con mucho trabajo, consiguieron alquilar un local y lanzarse a la aventura. Cuando entras en su negocio se respira, además de un olor a pizza casera que inunda media calle, el buen rollo entre ellos, que hacen extensivo a cualquiera que entre en su local. Siempre te reciben con un saludo en italiano y una enorme sonrisa. Como dato destacable, no tienen página de Facebook ni cuenta de Twitter: “Eso de la tecnología y estar mirando el móvil todo el tiempo no va con nosotros”, comenta él irónicamente. “Nuestra mejor publicidad es tratar a los clientes como si estuvieran en su casa, ya no solo por la calidad de lo que ofrecemos, sino porque nos gusta hablar con ellos. Nos conocemos la vida de medio barrio…” me comenta ella entre risas. “Eres una cotilla”, replica él divertido. A simple vista, no es