Hemos llegado al punto al que todos esperábamos. La nueva LPI ya es vigente. Pero como muchas leyes esta se muestra libre a interpretaciones a gusto del consumidor. Hasta hoy la dura batalla librada en los despachos entre empresas de clipping y grupos editoriales ha enfrentado a empresas que por lógica deberían tener excelentes relaciones. La ambición de los monopolios (estrategias imperialistas del pasado) ha hecho que no exista ningún consenso entre editores, press clippers y periodistas. Además el gobierno no ha ayudado mucho al no dejar claro en la nueva LPI quien es el propietario de la noticia. Esto ha motivado otro principio de enfrentamiento: Periodistas vs. Editores. Los editores han proclamados suyos los derechos de las noticias sin consultar a los periodistas y evidente mente los perdiditas han respondido con comunicados desde sus asociaciones desacreditando a las editoriales para iniciar cualquier tramite en el cobro de los derechos de los artículos que sus afiliados